Durante el mes de Agosto tuvimos la visita desde Madrid de la joven voluntaria Almudena Pérez Méndez Castrillón. Compartió con nosotras el trabajo en los Centros, participó en los talleres de formación de alumnos, de capacitación de profesores, compartió la celebración del Día del Niño, nos acompañó en las actividades del Centro de Avellaneda y tantos otros acontecimientos vividos en comunidad que nos permitió crecer juntas personal y espiritualmente.
Almudena nos ha enviado unas fotos y nos comentan su experiencia, disfrutemos y animémonos a vivirla en una próxima oportunidad.
“Durante el mes de Agosto decidí ir a conocer
He tenido la posibilidad de conocer in situ sus Centros en Rosario y Buenos Aires. Valoro enormemente la labor realizada por las Catequistas y los colaboradores. Gracias a la formación dada mediante talleres, se favorece a un sector olvidado en nuestra sociedad: los adultos faltos de trabajo, o con opciones escasas de realizar un trabajo digno. Admiro el esfuerzo de las catequistas para llevar esta tarea tan encomiable con pocos recursos económicos y su ingenio para conseguirlos. He vivido con ellas y sus colaboradores las alegrías y los problemas cotidianos que van surgiendo en los centros. Es reseñable la labor de los colaboradores, que quienes con su compromiso libre y altruista dedican su tiempo a favorecer a los más necesitados. Pero no sólo se limitan a una “simple formación”, sino que con su aportación espiritual, tan escasa en nuestra sociedad, les dan una impronta distinta a cualquier otro centro “simplemente académico”. Así que me he traído un trocito de sus corazones a España. Lástima que no pude quedarme más tiempo debido a mis vacaciones limitadas. Tenemos que aprender mucho del cariño, la amabilidad y generosidad de los argentinos, me he sentido acogida como si fuera una argentina más. Sólo puedo decir:
Gracias, Rosario
Adiós Argentina, hasta pronto.
Almudena”.
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