El Señor nos permitió vivir en fraternidad - Misiones en Rosario (Argentina)

Desde hace algunos meses en Rosario, Argentina  se integro un grupo de jóvenes con la inquietud de vivir la experiencia misionera.

En este tiempo a través de otras notas en este blog nos enviaron noticias de sus momentos de preparación para este gran regalo que lo vivieron en el verano.

Les compartimos su experiencia a través de esta nota
Uniéndonos a la Misión organizada por la Parroquia  Nuestra Señora de Guadalupe, el G.M.S (Grupo Misionero Sopeña) se integra a las actividades en el marco de las fiestas patronales: asamblea preparatoria para la misión, retiro con la comunidad, Eucaristías y Fiesta de la Virgen de Guadalupe, haciendo hincapié en las diferentes advocaciones de la Virgen en América Latina. Fue desde esta experiencia que nos dispusimos a compartir la alegría de ser llamados por el Señor en el barrio y salimos al encuentro de nuestros vecinos.
La misión se llevó a cabo desde el día 2 al 10 de Enero del 2012. Nuestra sede ha sido el Centro Oscus Ruggero. Allí iniciábamos cada mañana con la oración, compartíamos el desayuno y salíamos dispuestas a visitar a las familias anunciando la Buena Noticia, nos dividimos en parejas recorriendo las manzanas, que en total fueron veinte y alrededor de trescientas familias nos abrieron las puertas.
Al regreso cada una asumía un servicio que incluía: limpieza, orden, cocina y recreación.  Después de un descanso (por altas temperaturas y humedad) nos preparábamos para un taller de oración, que nos ayudaba a conocernos, amar más al Señor y disponernos al servicio con generosidad a nuestros hermanos. Más tarde profundizábamos en la Palabra de Dios a través de un Taller de Biblia.  Todo esto en ambiente alegre, cercano, a la escucha, abiertos a la diferencia  y aprendiendo mucho unos de los otros.
El Señor nos permitió vivir en fraternidad, nuestro corazón se llena de gozo por tanto bien recibido. A Él, de manos de María, le pedimos siga bendiciéndonos y acompañándonos en este camino de fe.
Damos gracias a Dios por todas las personas que participaron, colaboraron y formaron parte de esta experiencia de misión.  
Felicitamos a estos jóvenes entusiastas y valientes en este encuentro con Jesús a través de nuestros hermanos. Que sus corazones sean tocados por esta experiencia que les permite entrar en amistad con Dios, que cuando Él llega a nuestras vidas tengan la seguridad que jamás nos dejará solos.
Animamos a que vivan nuevamente estos momentos y entusiasmen a otros.

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